Blogs LaFamilia.info - 18.01.2016

 

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Enero, mes de la empatía, símbolo del hacer el bien a los demás, de quererlos, respetarlos, de transmitir buenas obras y buenos pensamientos, en todo momento y lugar. Mes para pensar además en nosotros mismos, también en los demás.

 

Comenzar el año con una actitud de empatía nos ayudará a conocer a fondo el sentimiento de apertura hacia los demás. La empatía es un signo básico de compromiso social pues actuar con este valor de estandarte significa abrir los brazos y transmitir alegría, resplandecer con luz propia, con verdadero sentido de lo que significa amor al prójimo. Una sonrisa puede alegrar el día de quien tiene una carga muy pesada; un saludo puede superar la indiferencia más profunda en el corazón de quien se siente solo; un abrazo en el momento perfecto puede otorgar la gloria y la calidez para sobrellevar cualquier dolor.

 

Estamos vivos y en el lugar en donde actualmente habitamos solo por algo, pero eso lo tenemos que descubrir en el día a día, en el compartir cotidiano con los demás. No nos engañemos a nosotros mismos pensando en lo que pudo haber sido, en lo que pudimos haber logrado o alcanzado. Vivamos el presente y construyamos el futuro son tesón, con energía positiva, con perseverancia, constancia y optimismo.

 

Este inicio de año nos debe llevar por el sendero de la esperanza. Un año más de vida, ¿cuántos pasos faltan para que se detenga? ¿Cuánto tiempo más tenemos para compartir en familia, para construir sueños y alcanzar metas propuestas? No hay que pensar en ello, sólo en el que vivimos gracias a Dios y a su misericordia infinita, dando pasos firmes, seguros, bondadosos y con ansias de alcanzar el fin máximo en la vida: La Felicidad. Pero no aquella egoísta o en la propia, sino en aquella que se contagia y se transmite a los demás a través del ejemplo.

 

Todo lo anterior dependerá de lo que nos propongamos y de la manera como vivamos cada instante. De la actitud que pongamos, dependerá la experiencia que tengamos. Si hacemos todo cara a Dios, de seguro la cosecha que recojamos será abundante y trascenderá hacia todos los seres queridos.

 

Tan sencillo como pensar en nosotros debería de ser el ponerse en el lugar de los demás, entenderlos, comprenderlos, aceptarlos y demostrarles un gesto de amistad, tolerancia y aprecio.

 

“Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras” (Hb 10, 24)

 

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VivianForeroBlogVivian Forero Besil

Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.

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