Por Alberto Delgado / Blogs LaFamilia.info - 01.06.2020
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A mis amigos
Qué linda está la mañana en que vengo a saludarte… Así empieza una linda canción mejicana. Alegre es la mañana que nos habla de Ti. Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor.
Y este precioso amanecer nos está invitando a pasar un día lleno de alegría y de felicidad; parece una invitación inoportuna cuando estamos viviendo una situación tan difícil, pero veámosla más bien como una insistente llamada al optimismo.
La alegría está en nuestro interior y en nuestra voluntad; si buscamos siempre el lado positivo de los aconteceres y de las circunstancias, estaremos felices y agradecidos. Es cierto que las circunstancias externas influyen, pero en cada uno de nosotros está la posibilidad de mirarlas positivamente o de convertirlas en motivo de angustia y de desesperanza.
No todos los días serán brillantes y el sol muchas veces ocultará su lumbre entre la bruma, pero no olvides que “detrás de toda nube, por oscura que parezca, está siempre brillando el sol”, esa luz resplandeciente que nos invita a seguir adelante, aún en medio de espinas y de abrojos.
“Alegraos todos los que estáis tristes”, así dice la oración inicial de la Misa del domingo antepasado. Estamos en una cuarentena obligatoria, y también en cuaresma o tiempo de preparación, de abstinencia y de privaciones; por eso, repito, parece contradictoria esta invitación a la alegría; pero no lo es, porque la alegría no es incompatible con el dolor o con los sacrificios que nos fortalecen.
Disfrutemos plenamente todo lo que tenemos, regocijémonos con todo y por todo; pensemos, hablemos y actuemos en positivo. Haz la prueba y verás los resultados.
Alberto Delgado C.
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