LaFamilia.info - 03.04.2018
Hace poco se estrenó la película «Pablo, el apóstol de Cristo», realizada por Affirm Films y dirigida por Andrew Hyatt, la cual ha recibido comentarios muy positivos por parte de los críticos, pues es plenamente fiel a la figura de San Pablo.
A continuación la reseña de Mons. José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, quien destaca los siguientes aspectos argumentales:
1. El drama de la persecución de los primeros cristianos: Es el aspecto más evidente del film, hasta el punto de convertirse en un bello homenaje a los cristianos perseguidos de todos los tiempos.
2. Aproximación a las Cartas de San Pablo: El diálogo central de la película tiene lugar entre Pablo y Lucas, el evangelista; y es el marco a través del cual se le introduce al espectador en numerosos pasajes de los textos paulinos. Estamos ante una película que suscita el deseo de acercarse personalmente a la lectura de las Cartas de San Pablo. Solo por ello, merece la pena el esfuerzo realizado.
3. Invitación al encuentro con Cristo: Quizás sea el aspecto menos evidente de la película; pero, en mi opinión, el más importante. En la persecución suscitada por Nerón tras el incendio de Roma, y una vez que San Pablo ha sido apresado y está a la espera de ser ejecutado, los cristianos se encuentran desconcertados y suspiran por un liderazgo. La presencia de Lucas es un alivio, pero no una solución, ya que este evangelista no había conocido personalmente a Jesucristo… En efecto, la primera comunidad cristiana de Roma buscaba el consejo y la guía de Pablo; porque, a diferencia de ellos, él sí que había tenido un encuentro personal con Jesucristo. Lucas es enviado a la cárcel a pedir consejo a Pablo sobre qué debe de hacer la comunidad cristiana que vive en la clandestinidad. Confían en que Pablo, el hombre que se encontró con Cristo, tendrá una palabra oportuna de discernimiento sobre cómo proceder. La sorpresa es que Pablo no les dice lo que deben hacer, sino que les invita a discernir desde el encuentro personal con Jesucristo.
"De esta forma, Pablo, el hombre al que Cristo salió al encuentro, se convierte en el guía hacia el encuentro personal con Jesucristo al que estamos llamados todos los cristianos. Ciertamente, es una película muy recomendable, plenamente fiel a la figura de San Pablo" concluye Mons. José Ignacio.
De otro lado, Fernando Gil-Delgado de Aceprensa hace la siguiente crítica:
Hay que reconocer a Hyatt el valor de realizar una película de estas características con un presupuesto mínimo. Logra hacer un trabajo solvente con unos decorados naturales apañados, aunque ello le exige un trabajo fenomenal de encuadres y elegir planos cortos. Sale airoso también gracias a sus protagonistas, en especial los dos principales: Jim Caviezel, en el papel de san Lucas; y James Faulkner, en el de san Pablo. Ellos dan fuerza a un relato extraordinario que, además, es cierto, instructivo y sugerente. Las deficiencias son ampliamente compensadas por la belleza de la historia y la seriedad con que trata el origen de la Iglesia y a los primeros cristianos, mostrados como gente normal, pero capaces de dar la vida por su fe y amor a Cristo.
Título original: Paul, Apostle of Christ. Director: Andrew Hyatt. Guión: Andrew Hyatt. Intérpretes: Jim Caviezel, James Faulkner, Olivier Martínez, Joanne Whalley-Kilmer, John Lynch, Antonia Campbell-Hughes, Noah Huntley, Yorgos Karamihos, Alessandro Sperduti, Alexandra Vino, Manuel Cauchi, Anthony Edridge, Mario Opinato, Husam Chadat, Joe Azzopardi. Duración: 120 min. Público: Jóvenes-adultos.