Carmen de Andrés - Sontushijos.org
13.07.2009

 

 

ninosytv

 

Después de este periodo vacacional, en el que los estudiantes han disfrutado del ansiado tiempo libre, vendría bien reflexionar sobre uno de los principales divertimentos de los niños: pasar el tiempo de ocio frente a la televisión, los videojuegos o el computador. O lo que es lo mismo, realizar una actividad estática simulando realidades virtuales.

 

Según un informe nutricional del doctor T. Durá del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra “la prevalencia de la obesidad infanto-juvenil en los países occidentales se ha incrementado sensiblemente en las últimas décadas, hasta tal punto que representa el trastorno nutricional de mayor relevancia en nuestro entorno”.

 

“Aunque la obesidad es un trastorno multifactorial, la rapidez con que aumenta su propagación parece estar bien relacionada con factores ambientales, tales como hábitos alimentarios poco saludables y un mayor sedentarismo”.

 

El profesor Durá apunta directamente a estos recreativos virtuales como el factor ambiental que más ha contribuido al incremento de la obesidad infantil en nuestra sociedad; puesto que dedicar mucho tiempo a estos medios contribuye, en gran medida, a dejar de hacer otras actividades de mayor gasto energético o desgaste físico, como serían los juegos, el ejercicio y el deporte.

 

Mucho tiempo frente a la pantalla

 

Si nos remitimos a los datos de determinados ensayos, llama la atención de que en muchos casos, el número de horas anuales que los niños de edad escolar pasan frente a estas pantallas es mayor que el que invierten en los centros escolares. Así, determinados estudios lo calculan en 2,8 horas diarias o mejor dicho, 1.022 horas anuales visionando estas tecnologías cuando en el colegio permanecen 960 horas.

 

Sin querer entrar en un análisis minucioso sobre distintas investigaciones empíricas, lo que es innegable es que estos medios se han convertido en el referente prioritario del ocio de nuestros hijos y frente a los cuales dedican el mayor número de horas.

 

Para las nuevas generaciones estos medios resultan cotidianos, divertidos, a la vez que estimulantes, y así, algunos padres los utilizan como sustitutivo de la propia atención a los niños, porque exige menos tiempo, dedicación e ingenio. A partir de ahí, la costumbre se impone y gracias al impulso narcotizante del medio se potencia esa artificiosa necesidad de utilizarlos de forma perseverante.

 

Llegado a este punto, recuerdo el famoso cuento de Carlo Collodi, cuando Pinocho se emburrecía en aquel parque fantástico para chicos, donde todo estaba permitido, a la vez que sus orejas de burro iban creciendo en progresión a sus travesuras.

 

Consecuencias negativas

 

El principal problema puede radicar en que estos medios se conviertan en una actividad individual y aislada por parte del niño, sin la tutela de los padres, y en este caso pueden darse relaciones de extremada dependencia de los usuarios impidiendo la realización de otras actividades.

 

Lo que me interesa destacar en este artículo es que la actividad que se realice en el ambiente familiar con estos juegos virtuales será extremadamente condicionadora de los efectos que puedan tener sobre los niños y del empleo que éstos en el futuro puedan realizar de los mismos. Lo que sería interesante es que los padres enseñaran a los hijos, desde la primera infancia, a hacer un uso correcto de estas tecnologías en combinación con otras actividades lúdicas, artísticas y deportivas.

LaFamilia.info
25.05.2009

 

Antes de comprarle un videojuego a su hijo infórmese muy bien sobre éste: el tema del juego, si es apto para la edad y ante todo, si no atenta contra sus valores. Los videojuegos que pueden resultar perjudiciales son aquellos que promueven la violencia, el racismo, las drogas o que presentan contenidos de tipo sexual inadecuados. Estas actitudes pueden influir en la forma de pensar del hijo hasta crearle graves prejuicios distorsionando algunos de sus valores.

 

A pesar de que existe en el mercado una extensa lista de videos reprochables, se encuentra también una gran cantidad de títulos que no sólo divierten, sino que permiten desarrollar habilidades de concentración, decisión y razonamiento.

 

En el portal www.guiavideojuegos.es encontrará una lista de videos con sus respectivas reseñas, comentarios y clasificación de acuerdo a la edad. Dicha web es desarrollada por la Organización española de Protección de la Infancia en Tecnologías de la Información y la Comunicación.

 

Este portal es una herramienta concebida con el objetivo de familiarizar a los adultos con los productos relativos al ocio digital, del que disfrutan cada día más menores. En este caso se circunscribe a los videojuegos, de computador o de consola, facilitando información práctica sobre las características de estos productos, y los sistemas de etiquetado por edades que incluyen.

 

Decálogo para una compra responsable

 

1. Tenga siempre en cuenta la clasificación por edades y la descripción de contenidos que debe aparecer en todas las carátulas de los videojuegos. Esta clasificación y descripción responde a criterios acordados internacionalmente: el Código PEGI.

 

2. Estas orientaciones son generales, y pueden no corresponderse con lo que usted considere idóneo. Por ello conviene informarse previamente sobre el contenido del videojuego que se plantea adquirir; sobre qué tipo de escenas incluye; sobre qué valores transmite; sobre sus niveles de dificultad, etc.

 

3. No olvide que si adquiere videojuegos no orientados a menores, éstos pueden contener elevadas dosis de violencia, escenas sexuales e incluso escenas de discriminación y en las que no se respetan los derechos de las personas.

 

4. Identifique claramente el producto específico que desea adquirir. Existen muchos videojuegos con nombres muy similares. En ocasiones se comercializan segundas partes de un mismo videojuego con clasificaciones por edad diferentes, y también puede cambiar el etiquetado en función de la plataforma para la que se comercializa.

 

5. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los establecimientos los videojuegos se colocan temas o marcas, pero no por niveles de edad.

 

6. La compra de videojuegos "piratas", más allá de sus implicaciones legales, puede ser una compra de riesgo a la hora de garantizar la correcta clasificación del producto. En el caso de alquiler, tenga en cuenta que los videojuegos se entregan además sin su carátula.

 

7. Aunque es bueno potenciar el uso de videojuegos en común entre los menores, es importante vigilar también su intercambio y la bajada de dichos videojuegos a través del computador.

 

8. No olvide que hay muchos videojuegos de alto contenido pedagógico, que además son divertidos. Busque este tipo de productos.

 

9. Adopte también criterios responsables respecto a limitación de tiempo, posturas correcta, distancia ante la pantalla, alternancia con otros juegos, etc. Recuerde también que en las videoconsolas existe la posibilidad de bloqueo y control parental.

 

10. Esfuércese por penetrar en el mundo de los videojuegos, con el fin de conocer aquellos con los que juegan sus hijos. Procure jugar con ellos. Esto le ayudará a comprender mejor sus factores de atracción; a valorar sus aspectos positivos; a mantener criterios más adecuados a la hora de comprarlos, y, en definitiva, a conseguir una mejor comunicación en el entorno familiar.

 

Esta información se ha tomado del portal www.guiavideojuegos.es el cual recomendamos como una guía confiable para los padres que desean evitar que sus hijos sean “contaminados” por contenidos indeseables. Asimismo existe el sitio www.ciberfamilias.com, un espacio de orientación y reunión para padres y educadores interesados en conocer mejor el Internet e informarse sobre la seguridad de los hijos en la web. En nuestro Portal sugerimos además algunos títulos que presentan contenidos apropiados, haga clic aquí para conocerlos.