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¿Cumplen la misma función dentro del desarrollo cerebral y cognitivo infantil? ¿Cuál de los dos medios beneficia en mayor medida el aprendizaje de los niños?
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Los adultos no son los únicos que viven a las carreras, tal como se señala en "Orgullosos de estar agobiados"; también ocurre con los niños.
Estos episodios de ira en los que los niños parecen no tener consuelo, hacen que los padres se angustien, terminen agobiados y sin saber qué hacer; muchas veces el desconcierto los lleva a optar por tácticas desaconsejables que pueden volver más crónica la rabieta del pequeño.
Como la mayoría de las virtudes, la sinceridad tiene dos vicios opuestos: uno por exceso y otro por defecto. El exceso se nota en aquellas personas que lo van diciendo todo.
La hiperactividad es una expresión muy seria que no debe pronunciarse con frivolidad: los niños muy inquietos no siempre son hiperactivos.
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“Jugar es el trabajo de los niños”, así lo formuló la pedagoga María Montessori hace ya varias décadas, queriendo decir que el juego es la actividad básica del niño, tan importante o más que el trabajo para el adulto.
Llega una edad, más o menos entre los 6 y 7 años, donde los niños comienzan a sentir agrado por su apariencia y se despierta en ellos el gusto por la moda.
Por LaFamilia.info
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Las exigencias de la vida moderna han hecho que la edad en que un niño inicie su etapa preescolar sea cada vez menor.
Desde hace años los científicos de la conducta han denunciado que las costumbres de la cultura actual están acabando con la niñez, esa etapa que se supone ser la más inolvidable de nuestra vida.