DaniGo - LaFamilia.info
14.10.2013
 

 

La juventud es una época de grandes cambios, también en el área económica, puesto que llega el momento de emprender el propio camino y así buscar el sustento para cubrir los gastos personales, ahora sin depender del dinero de los padres.

 

Esta situación puede ser difícil al principio, sobre todo si no se cuenta con un empleo estable, o el que se tenga, no provea el suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas, por eso hay que ser recursivos para hacer que los ahorros crezcan y al mismo tiempo controlar los gastos, al menos hasta que se pueda estabilizar las fuentes de ingresos y lograr más tranquilidad por la economía personal.

 

A continuación enumeramos una serie de ideas que ayudarán a los jóvenes a construir una estrategia monetaria adaptada a sus posibilidades.

 

Venta y compra de usados. Quizás uno de los elementos más útiles para tener una economía eficiente, sea el mercado de usados o también llamado de “segunda mano”, al cual se puede acceder principalmente a través de los clasificados online. Lo mejor de este sistema es que permite tanto ahorrar como ganar dinero, obteniendo el mayor beneficio. Cualquier cosa que se requiera, desde un auto hasta un electrodoméstico, basta con buscarlo de segunda mano para encontrar auténticas gangas, con calidades estupendas y precios muy inferiores a los de un producto nuevo.

 

Del mismo modo, si hay algún objeto que ya no se le está dando el uso debido, siempre será mejor ganar algo de dinero, que dejarlo almacenado en el armario acumulando polvo. Además, al no pasar por intermediarios, el mercado de segunda mano de Internet, hace que el comprador pague menos y que el vendedor obtenga más ganancias.

 

Buscar un empleo a tiempo parcial. Hay muchos empleos que están especialmente destinados a los jóvenes estudiantes, como son los de dependientes en tiendas o en restaurantes de comida rápida. Estos empleos no permiten sustentar una familia, pero son un buen elemento para generar ingresos y cubrir algunos gastos.

 

Sacar provecho a las habilidades. Seguro que hay alguna actividad que cada quien sabe hacer muy bien, como arreglar bicicletas, enseñar a otros a manejar aparatos tecnológicos, componer computadoras, realizar accesorios femeninos o preparar postres. La idea es empezar a ofrecerles a familiares y amigos, y a través de ellos llegar a más clientes potenciales.

 

Hazlo tu mismo. La mayoría de las veces que se contrata a un experto es porque no se tiene el conocimiento para desenvolverse en su terreno, así que hay que aprender a resolver algunos asuntos para ahorrarse unos pesos. Quizá no se pueda cambiar el motor de un auto, pero seguro que buscando un poco de información se puede llegar a arreglar un enchufe quemado o un grifo que gotea, sin mayores problemas.

 

Cultivar los propios alimentos. Es una forma muy económica y además saludable. En un espacio de la casa, ojalá donde puedan entrar los rayos del sol, se puede instalar un pequeño huerto urbano, el cual puede tener variedad de especies y vegetales frescos y ricos para el consumo. Además de ahorrar dinero en las compras, podrá tomar alimentos biológicos.

 

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