Para ayudar a mantener una buena economía familiar, es necesario ahorrar en el consumo de combustible en el hogar. Presentamos algunas reglas básicas para el uso óptimo del gas y evitar así su desperdicio.
Es mejor utilizar gas natural (el que llega al hogar a través de redes) ya que cuesta menos que el licuado (el que se vende en cilindros). Por lo tanto, si en la zona que usted vive hay redes de gas natural, le convendrá conectarse a éste si desea recortar sus gastos.
Tenga en cuenta otras reglas que le ayudarán en su ahorro
- Es esencial una buena combustión, es decir que haya una mezcla óptima de gas y aire. Si hay exceso de gas, aparece una llama amarillenta; o si hay un exceso de aire, la llama se levanta del quemador. En ambos casos se desperdicia mucho gas. Lo mejor es que un especialista haga la graduación inicial de los quemadores, así como revisiones periódicas al menos una vez al año.
- Limpie los quemadores cuando note una combustión no uniforme. Los orificios de salida del gas tienden a taparse por la acumulación de hollín y grasa. Esta tarea se puede hacer con palillos, hisopos, paños y queroseno. Sin embargo, es mejor que lo haga un técnico especializado y que usted lo observe para aprender cómo hacerlo en un futuro.
- Recuerde que el quemador del horno también debe limpiarse periódicamente. De lo contrario, el horno producirá una temperatura poco uniforme y retardará la cocción.
- Evite que haya corrientes de aire cerca al fogón, pues se pueden llevar el calor.
- Cuando cocine en el horno, trate de no abrir la puerta de éste a menos que sea necesario ya que cuando lo hace, se dispara al menos una quinta parte del calor atrapado.
Trucos de cocina que ahorran gas
- Cuando cocine en hornillas, gradúe siempre la llama para que cubra sólo el fondo de la olla. No hay que dejar que la llama suba por las paredes del recipiente.
- Si puede, use recipientes de cobre pues son mejores conductores de calor o cacerolas de cerámica, las que guardan mejor el calor.
- Apague el fogón unos minutos antes de finalizar la cocción y deje el recipiente tapado . Así aprovechará el calor residual de la olla para finalizar la cocción sin tener el gas prendido.
- Para hervir agua, hágalo con llama alta para que llegue a la ebullición, pero una vez alcanzado este nivel, baje la llama ya que la temperatura no subirá más que la del agua hirviente y mantendrá la cocción.
- Es más saludable y más económico cocinar las verduras al vapor en vez de hervirlas. No solo se cuecen mejor y no pierden tantos minerales, sino que hay que calentar menos agua y por lo tanto se ahorra en gas.
- Si su calentador es de gas, conviene bajar la temperatura del termostato por la noche. Por último, recuerde apagar el gas cuando se vaya de viaje. No solo por evitar consumo innecesario, sino por seguridad.