El tiempo y el dinero que le dedicamos al mantenimiento de nuestra vivienda es siempre una inversión. Si el lugar donde vivimos está siempre impecable, esto se reflejará en una mejor calidad de vida. No obstante, el dicho popular ‘hogar dulce hogar' no siempre resulta tan dulce como quisiéramos.
Cualquiera puede recordar ‘dolores de cabeza' ocasionados por una gotera, un tubo roto, grietas en las paredes, cañerías atascadas, entre otras. Es por esto importante reaccionar al primer signo de deterioro de nuestra vivienda: mantenimiento y reparaciones oportunas evitarán daños costosos.
La mayoría de los problemas de deterioro normal de una vivienda pueden ser reparados sin necesidad de llamar a un especialista. Lo que se necesita saber es cómo hacerlo y perderle el miedo a poner sus manos a la obra.
Mantener no es reparar
El primer requisito es estar siempre atentos y saber diferenciar entre mantenimiento y reparación: El mantenimiento es una actividad continua, que tiene como fin prevenir daños. La reparación supone la presencia de un daño. Lo cierto es que todos los materiales tienden a deteriorarse con el tiempo y lo importante es saber identificar a tiempo los síntomas de deterioro.
La limpieza cotidiana es la mejor ocasión para detectar los elementos que necesitan de mayor atención (un metal oxidado, una humedad, una madera descolorida o carcomida por insectos etc.). Una vez identificado el daño o deterioro, debe actuar con la mayor rapidez. He aquí algunas técnicas y tratamientos apropiados para solucionar problemas domésticos comunes:
Madera:
Tratamientos como los siguientes pueden evitar deterioros inevitables:
- Rotura o abolladura: Lo mejor es reparar la madera de inmediato para evitar astillas o pérdida de pequeñas partes. En caso de rotura, pegue la madera con un pegante adecuado, utilizando una brocha suave. Si la madera ha sufrido un golpe, llene el agujero con agua tibia y deje que la madera se hinche.
- Quemaduras: Si la quemadura es ligera, puede frotarla con limpia metales y ligar cuidadosamente. Luego se cubre la zona afectada con papel absorbente húmedo y luego con plástico durante varias horas. Si la quemadura es más profunda, debe rasparla con un cuchillo afilado y luego rellenar con masilla del mismo color. Líjela cuando esté seca y luego píntela o barnícela.
- Manchas: Más allá de los cuidados obvios de la madera como son evitar la exposición prolongada de luz solar, humedad y calor, las manchas más comunes pueden repararse así: Mancha de agua: Frote la madera con limpia metales en crema. Mancha de grasa: Utilice vinagre para disolver la mancha y luego límpiela con un trapo húmedo.
Metales:
Tan pronto como observe formaciones de óxido sobre el hierro o el acero, procure eliminarlas. Una vez localizado éste, elimínelo hasta que aparezca la superficie brillante del metal. Esto se consigue con un cepillo metálico, rascadores o materiales abrasivos.
Luego pinte la superficie libre de óxido con una buena imprimación antioxido para luego aplicar la pintura.
Mármol:
El mármol es una piedra porosa y cualquier mancha debe ser tratada antes de que sea absorbida.
- Mancha de café, té o vino: Frote la mancha con agua oxigenada mezclada con agua. Si la mancha persiste, cúbrala con sal y deje actuar por unos minutos. Finalmente utilice un cepillo.
- Manchas de tinta: Se deben limpiar con amoníaco.
- Rayas negras: Se eliminan con una goma de borrar si el mármol no está cristalizado.
- Cera de vela: Se quita con agua caliente y luego se frota con un paño humedecido con aceite de linaza que protegerá al mármol y le dará brillo.
Tapicería:
Los muebles recubiertos de tela se desgastan mucho y por esto necesitan cuidado. He aquí algunas ideas:
- Para reavivar el color y eliminar el polvo de las tapicerías, puede dar un baño de sal: Se frota la tela con sal, se deja actuar durante una hora y se cepilla.
- Para disimular el desgaste de la tela, puede utilizar un material que se adecue al tamaño del mueble y cubrirlo, cuidando que quede completamente forrado.
Las tapicerías de cuero son duraderas, pero necesitan unos cuidados extremos y mantenimiento adecuado:
- Ocasionalmente después de limpiarlos, frótelos con un paño y clara de huevo o bien con aceite de linaza.
- Periódicamente se debe humectar el cuero con cremas a base de silicona.
- Para eliminar manchas de tinta, puede esparcir leche y luego limpiarlo con agua tibia.
Recuerde que el hogar es el lugar más importante de la familia y por esto debe permanecer en perfectas condiciones.
Mantenimientos especializados
Algunas áreas de nuestra vivienda requieren de un mantenimiento periódico hecho por personas especializadas para evitar daños posteriores. Aunque esto cuesta dinero, piense en lo que se está ahorrando si evita un daño que requerirá de una reparación más costosa.
Por lo tanto, asegúrese de realizar mantenimiento anual de los siguientes aparatos domésticos y áreas del hogar:
Utensilios de gas: Este mantenimiento es vital para la seguridad de su hogar y la vida de sus aparatos. Los conductos que llevan el gas se deben revisar anualmente, lo mismo que debe hacerse una limpieza exhaustiva del calentador, la estufa, horno y otros aparatos que se abastecen de gas.
Utensilios eléctricos: La nevera, la lavadora, los hornos y fogones eléctricos, deben ser revisados anualmente por un técnico especializado. Las lavadoras retienen jabón y si no se limpian por dentro, se dañan. Lo mismo sucede con las neveras y el polvo que acumulan en sus motores, así como la grasa que recoge el horno y la estufa.
Pisos de mármol y madera: Ambos materiales requieren de una mantenimiento periódico para devolverles el brillo y evitar un desgaste irreversible. Dicho mantenimiento se hace a través de máquinas especiales como por ejemplo la cristalizada del mármol.