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¿Alguna vez se imaginó que el ser humano pudiera crear pinturas para el hogar sin ingredientes químicos que perjudican la salud? Las pinturas y barnices convencionales se elaboran con productos químicos sintéticos que provienen generalmente de la industria petroquímica, metales pesados, compuestos orgánicos volátiles, insecticidas y fungicidas.

Algunos de los materiales empleados en su producción son anti transpirables y altamente inflamables, los cuales pueden tener efectos nocivos sobre el medio ambiente y la salud, pues provocan alergias y otras enfermedades respiratorias. Por esta razón, los fabricantes de pinturas tuvieron que pensar en darle una solución a este problema y fue de esa manera como se crearon las denominadas "pinturas ecológicas".

Pinturas ecológicas

Las pinturas ecológicas no contienen disolventes tóxicos, están hechas principalmente, a base de aceites vegetales. Sustituyen los productos químicos por elementos naturales de origen vegetal o mineral.

Los beneficios de usar este tipo de pinturas y barnices son evidentes: son biodegradables, no desprenden gases tóxicos, evitan problemas de alergias, respetan el medio ambiente, desde su producción hasta su embalaje, son transpirables y las superficies tratadas no se cargan con electricidad estática. Otra ventaja de estas pinturas es que, debido a su composición mineral, no desprenden gases tóxicos en caso de incendio.

El único problema de las pinturas ecológicas es que son un poco más costosas, aunque no mucho con respecto a las convencionales. Aunque este costo puede ser debatible, pues debido a su composición tienen la ventaja que son más resistentes y tienen una mayor durabilidad lo que compensa el incremento del precio.

¿Cómo funcionan?

El funcionamiento de estas pinturas es sencillo; crean una capa porosa por la que transpiran las paredes. Gracias a esta característica, el vapor de agua y la humedad son evacuados al exterior sin impedimentos y no se forman condensaciones entre la capa de pintura y la superficie del soporte, lo que suele originar humedades que afectan el sistema respiratorio. Al mantener las superficies secas y transpirables, se evita la formación de hongos y bacterias, lo que garantiza paredes más higiénicas y una duración mayor de la pintura en buen estado.

En cuanto a su mantenimiento, requieren un menor número de intervenciones que los productos plásticos, ya que al no deteriorarse la pintura aguanta más tiempo en buen estado. Se puede pintar directamente sobre la capa antigua, tanto en techos como en paredes, sobre papel pintado, papel de fibra, placas de cartón yeso, arcilla, revoques o ladrillos.

Fuentes: casasecologicas.net, consumer.es