Por Lucía Mi Pediatra - 28.04.2023


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A partir de los seis meses, se abre todo un mundo para muchos padres y madres en la alimentación de los bebés, pues en la mayoría de los casos podrá iniciarse la alimentación complementaria.

LaFamilia.info – ABC.es
27.04.2013

 

Cuando los niños son quisquillosos con la comida, se sienten llenos rápidamente, no disfrutan probando nuevos alimentos y deciden que no les gustan sin haberlos probado siquiera; se dice que son niños con malos hábitos alimenticios, lo que trae consecuencias a corto y largo plazo.

 

La posibilidad de que haya consecuencias derivadas de los malos hábitos alimentarios es real. A corto plazo pueden producirse deficiencias nutricionales, como niveles bajos de energía y proteínas o micronutrientes. Además puede producirse un menor crecimiento, ya que algunas investigaciones demuestran que los niños “malcomedores” tienen una estatura más baja y un menor peso corporal.

 

Una posible consecuencia a largo plazo de la conducta mal comedora es un menor rendimiento cognitivo (dificultades para realizar pruebas que requieran atención, dificultades de memoria, percepción visual, comprensión verbal y otros importantes procesos cognitivos).

 

Por estas razones es importante que los padres trabajen con los niños “malcomedores” y así prevenir futuros problemas con la alimentación. Las siguientes calves ayudarán a poner fin a los problemas de alimentación del niño.

 

1. A medida que el niño vaya siendo capaz, hacerle partícipe de todos los preparativos de la comida. Por ejemplo que ayude a hacer la lista de la compra, a comprar, a preparar la comida, a diseñar el menú, a poner la mesa...

 

2. Crear un hábito de alimentación: esto es comer en el mismo momento, en el mismo lugar y de la misma manera. Esto no es sinónimo de rigidez, pues cuando el niño haya adquirido este hábito, se podrán hacer excepciones.

 

3. Fortalecer la autonomía del niño, dejándole que coma solo. Con seguridad tardará un poco más que si los padres le dan la comida, pero aprenderá a hacerlo.

 

4. Intentar comer al menos tres o cuatro veces en semana todos en familia. El niño aprenderá imitando y no solo lo que comen los demás, sino también cómo se comportan y relacionan en la mesa.

 

5. Hacer de la comida un momento de relajación, en el que los temas de comida no sean el tema central de las conversaciones. Dedicar, por ejemplo, este rato para hablar de todo lo divertido que cada uno ha hecho durante el día, o a planear las actividades del día siguiente, o del fin de semana.

 

6. Evitar llevar a la mesa juegos o ver la tele, actividades que le despistarán del principal objetivo en ese momento: comer.

 

7. Si el niño decide no comer el menú que se la ha preparado, no hacerle uno nuevo. Es la única forma de que aprenda la lección.

 

8. Reconocerle cualquier avance a la hora de la comida, si prueba algo nuevo, si tarda menos, si ayuda en la mesa, si está toda la comida sentado sin levantarse... por mínimo que parezca el progreso. De esta manera querrá repetirlo para obtener la atención de los padres.

 

9. No atender su comportamiento cuando su actitud en la mesa no sea la que se espera, seguir con la conversación o la comida y no alentarlo a finalizar con su comportamiento. Cuando de nuevo vuelva a comer o a sentarse, es el momento de decirle lo bien que lo está haciendo.

 

10. Ser paciente, firme y constante. Esto no se consigue en un día. El aprendizaje ha de ser progresivo, plantear primero un objetivo y cuando éste se logre, plantearse otro. Proponerse muchos objetivos de golpe, o un objetivo muy amplio, dificulta el conseguir llegar a la meta.

 

La irritabilidad de las familias

 

Un estudio reciente muestra que existe una estrecha relación entre malos hábitos alimentarios de los niños y el estrés de la familia a la hora de las comidas. Unos niveles altos de irritabilidad en los padres pueden tener consecuencias negativas en el comportamiento de los niños ya que podrían empeorar sus hábitos alimentarios en el futuro.

 

Fuentes: ABC.es, libro «Mi hijo no come», Rocío Ramos-Paúl y Luis Torres Cardona, Ed. Aguilar, 2010.

LaFamilia.info
17.03.2012

Estas patatas rellenas son ideales para una cena rápida o improvisada, pues gracias al microondas, en menos de 10 minutos todo estará listo. Como siempre, los ingredientes pueden variar hasta el infinito. Se puede añadir zanahoria rallada, remolacha, atún y cualquier otra cosa que a los niños se les antoje. Además, en casa las podemos hacer de un tamaño más apropiado para los niños, y podemos también gratinar un poco el queso para que queden aún más ricas.

 

Ingredientes (por cada patata rellena):

  • 1 papa mediana
  • 1 cucharadita de tomate frito
  • 1 cucharadita de mayonesa casera
  • 1 loncha de jamón de york
  • 1 cucharadita de queso rallado
  • 4 aceitunas
  • 1 cucharadita de maíz dulce
  • Sal
  • Pimienta

 

Preparación:

En primer lugar, preparamos las papas. Para eso, las lavamos muy bien, las secamos, les hacemos tres o cuatro cortes con el cuchillo (para que no estallen), las envolvemos en papel film y las metemos en el microondas, a potencia máxima, durante unos 8 minutos (dependiendo del tamaño de la patata pueden tardar más o menos, iremos comprobando).

 

Mientras se hacen las patatas, troceamos la loncha de jamón de york y las aceitunas, y dejamos preparadas las cosas del relleno.

 

Una vez tiernas las patatas, les quitamos el papel film y las cogemos con papel de aluminio, para no quemarnos. Las abrimos, troceamos la carne de la patata, salpimentamos y mezclamos con el tomate y la mayonesa. Añadimos el jamón de york, el maíz y las aceitunas, y coronamos con un poco de queso rallado. Podemos tomar así o gratinar unos minutos el queso en el horno.

 

Fuente: Receta e imagen de María Lunarillos - pequerecetas.com

 

LaFamilia.info - 17.06.2020

 

 

¿Tu bebé ya está preparado para comer alimentos sólidos? ¿No sabes qué trona es la más indicada para tu pequeño? En el sitio web tronabebe.online puedes encontrar opiniones acerca de diferentes modelos de tronas para bebés. Además, ofrecen una guía de compra que, sin duda, te ayudará a la hora de elegir la trona ideal para tu niño.

 

¿Qué características imprescindibles debe tener una trona o silla de bebé?

 

Es importante elegir una buena trona para tu bebé, ya que de eso dependerá que el pequeño pueda comer con comodidad y seguridad. Aquí te recordamos nuestro post de 10 claves para acabar con los problemas derivados de la alimentación en niños. Las tronas son las sillas ideales para darle de comer a un bebé desde los seis meses hasta los dos años.

 

Las sillas convencionales no son aptas para el bebé porque no tienen la misma seguridad, ya que la mayoría de las tronas cuentan con un arnés para que el pequeño no pueda caerse. Por otra parte, las sillas convencionales no tienen la altura ideal para poder darle al bebé los alimentos con facilidad.

 

Por no hablar de que muchas de las tronas que se pueden encontrar en el mercado tienen juguetes o diseños infantiles integrados. Esto hace que la hora de la comida sea un momento de diversión tanto para los familiares como para el peque de la casa.

 

Consejos para comprar la trona más adecuada

 

Como hemos dicho, es importante la seguridad del bebé. Por eso, es fundamental que la trona tenga un arnés para sujetar al pequeño y, de esta forma, evitar que, al moverse, se pueda caer de la silla.

 

También, es conveniente que la trona tenga un asiento con varias inclinaciones y un respaldo donde el bebé se sienta cómodo. Al comer, el bebé manchará el asiento en más de una ocasión. Por este motivo, es importante que el asiento se pueda sacar de la trona para limpiarlo.

 

De igual forma, es importante que la altura de la trona sea regulable, ya que a lo mejor quieres que la trona esté a la misma altura que la mesa donde coméis toda la familia o un poco más alta. En este sentido, si el niño come al mismo tiempo que toda la familia podrá aprender mucho imitando vuestro comportamiento en la mesa.

 

Por otro lado, las tronas de madera son ideales porque son más fáciles de combinar con el resto de los muebles de la habitación. Aunque las manchas pueden ser más difíciles de quitar. Por tanto, si compras una trona de madera, es recomendable que el asiento tenga una cubierta de plástico para facilitar su limpieza.

 

Aspectos para tener en cuenta antes de comprar una trona

 

A la hora de comprar una trona para bebés hay que tener en cuenta que la bandeja sea lo suficientemente grande para que haya sitio para los platos, los cubiertos y los vasos. También, sería ideal que la bandeja contara con un posavasos para que el bebé no tire el líquido con la manita o al moverse.

 

De igual modo, es importante que la bandeja se pueda fregar o meter en el lavavajillas. También, hay tronas para bebés que cuentan con un reposapiés para que cuando el niño crezca no tenga las piernas colgando. Es muy útil, ya que adapta la trona al crecimiento del pequeño.

 

Las ruedas también son otro aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de comprar una trona. Si la trona siempre va a estar situada en el mismo lugar puedes decantarte por una trona fija, pero, si no es el caso, las tronas con ruedas son tu mejor opción. De todas formas, debes asegurarte de que cuenten con frenos para mayor seguridad.

 

Tipos de tronas que puedes encontrar en el mercado

 

En el mercado se pueden encontrar cuatro tipos de tronas distintas, elegir entre una u otra dependerá de tus necesidades y las de tu pequeño. Cabe señalar que en el sitio web tronabebe.online analizan algunos modelos de los distintos tipos de tronas que hay.

 

Para empezar, tenemos la trona evolutiva. Este tipo de trona es adaptable, por lo que el crecimiento de tu hijo no es ningún problema, ya que tienen diferentes ajustes para que esté cómodo siempre.

 

Por otra parte, se encuentran las tronas plegables, que son ideales porque no ocupan espacio y entre uso y uso se pueden plegar con facilidad. También, es frecuente ver en el mercado las tronas convertibles. Estas tronas también se pueden transformar en hamacas, mecedoras o sillas.

 

Por último, están las tronas portátiles. No son iguales que las tronas plegables, ya que estas son muy fáciles de transportar y se acoplan a la mesa o a la silla convencional. Este tipo de trona también tiene su ventaja, ya que tu bebé podrá sentirte más cerca mientras descubre los alimentos que le acompañarán a lo largo de su vida.

 

 

LaFamilia.info
09.07.2012

 

 

La intolerancia a la lactosa es una enfermedad que afecta a una gran población adulta, pero también se puede presentar en niños en etapa preescolar y en bebés lactantes. Conozca los síntomas y tratamientos que se deben seguir.

 

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados, la cual necesita de la enzima lactasa –que se encuentra en el intestino delgado- para ser descompuesta, pero si el cuerpo no produce suficiente de esta enzima, entonces es cuando se puede presentar la intolerancia a la lactosa.

 

¿Cómo se manifiesta?

 

Depende de la edad. Los niños de uno a tres años que presentan esta intolerancia, suelen rechazar la leche, incluso pueden vomitar después de comer algún alimento con lactosa, también puede presentar diarreas.

 

En los bebés lactantes los cólicos abdominales, el reflujo gástrico, los gases, la diarrea y el vómito son los principales síntomas, sobre todo cuando se presentan inmediatamente después de la ingesta del tetero o biberón.

 

¿Alergia o intolerancia?

 

Si bien pueden tener síntomas semejantes, alergia e intolerancia a los alimentos -en este caso a la leche-, son enfermedades distintas.

 

La alergia a los alimentos es una reacción desencadenada por el sistema inmunológico, a diferencia de la intolerancia que no guarda ninguna relación con este sistema y en este caso los síntomas son desencadenados por los alimentos.

 

La alergia a la leche es mucho más común en los niños que en los adultos. Sin embargo, la mayoría de los niños supera la alergia para cuando tienen 2 ó 3 años. Los síntomas de la alergia a la leche incluyen salpullido, ronchas, vómitos y problemas respiratorios después de consumir un producto lácteo.

 

¿Cómo sanar la intolerancia?

 

Algunos médicos recomiendan reemplazar la leche por una que no contenga lactosa, por fortuna en el mercado se encuentran variadas opciones que contienen todos los nutrientes de la leche común. De igual forma, se aconseja disminuir las porciones de lácteos (yogures, helados, quesos) o cambiarlos por productos deslactosados.

 

Sin embargo cuando se trata de bebés lactantes, el tratamiento cambia. Debido a que la leche es la base de la alimentación de los bebés en sus primeros meses de vida, es importante consultar al especialista y en primer lugar confirmar la sospecha de que el bebé realmente está presentando dicha intolerancia.

 

En todo caso, algunos médicos recomiendan no destetar al bebé, puesto que el alimento materno tiene propiedades inmunológicas y nutrientes que son definitivos en el desarrollo físico y no puede ser reemplazados por otro alimento. Por lo tanto, en este caso, el médico tratante evaluará el grado de intolerancia y recomendará a los padres lo mejor para su bebé.

 

Fuentes: Familydoctor, NIH (Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas).

LaFamilia.info
17.03.2012

Ideal para una cena rápida, esta quesadilla con champiñones acompañada de pico de gallo -un delicioso picadillo de tomate, cebolla roja y perejil-, se convierte en una nutritiva elección para la familia. Podemos servirla también con unos nachos y guacamole casero.

 

Ingredientes:

 

Para cada quesadilla

  • 2 tortillas de trigo

  • 2 lonchas de queso
  • 2 lonchas de jamón de york

  • 1/2 lata de champiñones

  • 1 cucharada de yogur griego

  • Sal

  • Pimienta 

 

Para el pico de gallo

  • 1 tomate grande
  • 1 cebolla roja pequeña
  • 1 puñado de perejil
  • El zumo de 1/2 limón
  • Sal
  • Pimienta

Preparación

 

Primero preparamos el pico de gallo, picando muy pequeñito el tomate, la cebolla y el perejil, y sazonando con el limón, sal y pimienta. Reservamos.

 

A continuación, preparamos la quesadilla. Salteamos los champiñones, salpimentamos y reservamos. Sobre una tortilla de trigo untamos una cucharada de yogur, encima colocamos las lonchas de queso cortadas en trozos, los champiñones y, finalmente, las lonchas de jamón de york. Cubrimos todo con la otra tortilla de trigo.

 

Calentamos una sartén untada ligeramente con aceite y tostamos la quesadilla, primero por un lado y después por el otro. Retiramos del fuego, cortamos en cuatro cuartos y servimos junto con el pico de gallo.

 

Fuente: Receta e imágenes de María Lunarillos - pequerecetas.com

Por LaFamilia.info 

Foto: freepik 

Pasteles, golosinas de todo tipo, gaseosas, frituras, snacks, “comida chatarra”… Por lo general este es el menú de las fiestas de cumpleaños; sin duda una perjudicial sobrecarga de azúcar y calorías para los pequeños.

LaFamilia.info
17.03.2012

Este es un plato inspirado en la famosa ensalada César, pero esta vez en versión sándwich, ideal como plato único para una cena práctica y saludable. Además, si quieres darle un toque diferente, puedes cortar el pan de molde en forma de círculo; estos detalles agradan a los pequeños y se los comerán toditos.

 

Ingredientes:

  • Pan de molde de semillas o integral
  • Mantequilla para untarlo
  • Pechuga de pollo
  • Huevo
  • Pan rallado
  • Sal
  • Pimienta
  • Lechugas variadas
  • Queso parmesano en lascas

Para la salsa César:

  • 1 huevo
  • 1 chorrito de zumo de limón
  • 1/2 diente de ajo
  • 4 anchoas
  • 40 gr. de parmesano rallado
  • 100-120 gr. de aceite de girasol

Preparación:

Primero hacemos la salsa César. Para eso ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes y batimos sin levantar. Si la salsa nos queda un poco espesa, podemos añadir un chorrito de leche. Si nos queda un poco líquida, añadimos un poco más de aceite de girasol. Todo dependerá del tamaño del huevo.

A continuación, cortamos la pechuga de pollo en filetes, salpimentamos, pasamos por huevo batido y pan rallado y freímos.

Untamos el pan de molde con un poco de mantequilla y lo hacemos en la plancha (sirve también una sartén) hasta que se dore.

Finalmente, armamos los sándwiches, poniendo entre dos rebanadas de pan de molde tostado el pollo, un puñadito de lechugas, el queso parmesano en lascas y un poco de salsa.

 

Fuente: Receta e imagen de María Lunarillos - pequerecetas.com

LaFamilia.info
17.03.2012

La hamburguesa de pescado es una receta estupenda para conseguir que los niños coman pescado y verduras al tiempo que disfrutan de una de sus comidas favoritas. Es más, si están acostumbrados a comer hamburguesas caseras de pollo, con esta receta ni siquiera notarán la diferencia. El resultado es una hamburguesa jugosa, suave y muy sana, que, en un buen pan y acompañada de un poco de ensalada, hará las delicias de grandes y pequeños.

 

Ingredientes:

  • 3 filetes de merluza
  • 1 cebolla roja pequeña
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharada de perejil muy picadito
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de pan rallado
  • Sal
  • Pimienta
  • Para acompañar: panes, rúcula, tomate, cebolla roja y salsas al gusto.

Preparación:

Picamos los filetes de pescado y los ponemos en un bol. Troceamos muy pequeñito la cebolla, el ajo (sin el germen) y el perejil y lo añadimos todo al bol. Añadimos el huevo, el pan rallado, la sal y la pimienta. Mezclamos todo muy bien.

 

Formamos cuatro bolas y las aplanamos sobre papel film o papel de horno, y las hacemos en una sartén con un hilo de aceite. Si tienes moldes redondos para hacer huevos a la plancha, los puedes usar para darles una forma perfecta a las hamburguesas.

 

Servimos cada hamburguesa en un pan con un poco de rúcula, rodajas de tomate y aros de cebolla, y aliñamos con yogur, ketchup, mostaza o las salsas que más les gusten.

 

Fuente: Receta e imágenes de María Lunarillos - pequerecetas.com