Con frecuencia se nos anima a llevar una dieta saludable para prevenir enfermedades cardiovasculares, digestivas o incluso las asociadas al sistema óseo, pero tal vez desconocemos que comer sano también trae beneficios a la visión.
Los médicos explican que en muchos casos las enfermedades oculares tales como cataratas, síndrome del ojo seco, glaucoma, pérdida de visión o degeneración macular ocasionada por la edad, están relacionadas con dietas en donde hay poca presencia de alimentos antioxidantes, los cuales aportan las vitaminas A, B2, C y E; principales involucradas con la salud de los ojos.
Los que no pueden faltar
Un adecuado consumo de estos alimentos, ayudará a prevenir o retrasar la aparición de las alteraciones oculares:
- La yema de huevo: posee un 85% de luteína, vitamina que evita la degeneración macular asociada a la edad, así lo confirma un estudio realizado por la Universidad de Harvard y el National Eye Institute de los Estados Unidos. La luteína actúa como un filtro de luz, protegiendo la vista de las radiaciones solares.
- Espinaca y brócoli: son ricos en luteína, zeaxantina y otras vitaminas como C y B2. El consumo regular de estos vegetales puede ayudar a prevenir enfermedades como la degeneración macular adulta (DMA), el glaucoma, la retinopatía diabética y las cataratas. Otras verduras de hoja verde (coles, acelgas, repollo, lechugas, puerros) son igualmente favorecedoras.
- Cítricos: tienen alto contenido de vitamina C, poderoso antioxidante que protege al ojo de la opacidad que originan las cataratas. Asimismo, la falta de vitamina C puede incidir en la aparición de degeneración macular asociada a la edad.
- Tomate, zanahoria, papaya, calabaza: hacen parte de la familia de los Carotenoides (resaltan por su color naranja brillante que adquieren del beta caroteno) y son los principales portadores de vitamina A. Su carencia puede provocar disminución de la agudeza visual cuando oscurece, sequedad de la conjuntiva, inflamación de los párpados y ulceraciones en la córnea.
- Pescados y mariscos: poseen ácidos grasos Omega 3 y Zinc que ayudan a una mejor composición de la lágrima, impidiendo la sequedad ocular.
- Leguminosas: como frijoles, garbanzos, lentejas también son una buena fuente de Zinc. Éste ayuda a liberar la vitamina A del hígado para que pueda ser utilizada en el tejido ocular. La deficiencia de Zinc puede provocar deterioro en la mácula.
- Cereales: su alto componente de vitamina B2, favorece a la córnea gracias a su actividad oxigenante, además ayuda a conservar la humedad del ojo. De igual forma, los cereales (arroz, levadura, trigo, avena, maíz…) presentan vitamina E, la cual frena el envejecimiento de las células.
En suma, cuando de los ojos se trata, no hay que ahorrar esfuerzos para lograr una buena visión. La ingesta de alimentos grasos, el tabaquismo la hipertensión arterial y la radiación solar, hacen que aumente considerablemente el riesgo de padecer enfermedades oculares.
Fuentes: Instituto Oftalmológico de Alicante, National Eye Institute, hola.com, selecciones.com, enbuenasmanos.com