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Un acto tan simple como lavarse las manos con agua y jabón puede ser clave para prevenir enfermedades que anualmente cobran millones de vidas, sobre todo en la población infantil, la más vulnerable a los efectos de la diarrea e infecciones respiratorias.
¿Nos lavamos las manos al llegar a casa luego de tocar superficies sucias en lugares públicos como cajeros, pasamanos, carritos de supermercados, computadoras…? ¿Después de tocar un animal? ¿De usar el baño? ¿De estornudar o toser? ¿De tocar monedas y billetes? ¿Antes de preparar y tomar los alimentos? Tal vez nos olvidamos de que las manos son el principal vehículo por donde los microorganismos ingresan a nuestro cuerpo. Una adecuada higiene en las manos debe ser un hábito, que se logra mediante la realización consciente y continua, tanto como vestirnos, bañarnos, peinarnos.
El lavado de manos con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y baratas de prevenir enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas. Estas enfermedades causan la muerte de 3,5 millones de niños cada año y afectan a la salud de millones más, tanto en países en desarrollo como en países industrializados.
Es por eso que desde hace algunos años, Unicef se ha puesto en la tarea de concientizar a la población de la importancia de realizar esta medida de higiene e incorporarla como un hábito en la vida corriente de las personas. Para ello ha destinado el 15 de octubre como el Día Mundial del Lavado de Manos, “este día quiere servir como recordatorio de la importancia de esta práctica”, afirma Unicef.
Cinco cosas que todos debemos saber sobre el lavado de manos
Las siguientes son sugerencias que hace la organización promotora de esta campaña para realizar un adecuado lavado de manos:
1. ¡Lavarse las manos solamente con agua no es suficiente!
Lavarse las manos solamente con agua, una práctica común alrededor del mundo, es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón. El lavado de manos apropiado requiere jabón y sólo una pequeña cantidad de agua. Usar jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen la mayoría de los gérmenes, además, deja un agradable olor en las manos. El olor y la sensación de limpieza que deja el jabón es un incentivo para su uso. Si se usan adecuadamente, todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades.
2. El lavado de manos con jabón puede evitar enfermedades que matan a millones de niñas y niños cada año
El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas de prevenir enfermedades diarreicas y la neumonía, que juntas son responsables de la mayoría de muertes infantiles. Cada año, más de 3,5 millones de niños y niñas no llegan a celebrar su quinto cumpleaños debido a la diarrea y a la neumonía. El lavado de manos también puede prevenir infecciones cutáneas, infecciones a los ojos, parásitos intestinales, SRAS, gripe aviar e influenza A H1/N1, y trae beneficios a la salud de las personas que viven con VIH/SIDA. La investigación demuestra que el lavado de manos es efectivo en prevenir la transmisión de enfermedades incluso en asentamientos pobres altamente poblados y contaminados.
3. Los momentos críticos para el lavado de manos con jabón son después de usar el baño o de limpiar a un niño y antes de manipular alimentos
Las manos se deben lavar con jabón después de usar el baño, después de limpiar las heces de un niño (o después de cualquier otro contacto con excretas humanas, incluidas las de los bebés y niños), y antes de manipular alimentos. Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades. Es importante asegurar que las personas tengan facilidades para lavarse las manos en esos momentos críticos. Existen soluciones simples, de bajo costo que están dentro de las posibilidades financieras y tecnológicas de todas las comunidades, aún de las más pobres.
4. El lavado de manos con jabón es la intervención de salud de más costo-efectiva
La promoción del lavado de manos es más eficaz y costo-efectiva, en comparación con el financiamiento que requieren otras intervenciones de salud. Una inversión de $3,35 en el lavado de manos trae los mismos beneficios a la salud que una inversión de $ 11 en construcción de letrinas, o una inversión de $200 en abastecimiento de agua para las viviendas, o una inversión de miles de dólares en inmunización.
La inversión en la promoción del lavado de manos con jabón también puede maximizar los beneficios a la salud de las inversiones en infraestructura de abastecimiento de agua y saneamiento y reducir los riesgos a la salud cuando las familias no tienen acceso a servicios de saneamiento básico ni de abastecimiento de agua. Generalmente, el costo no es una barrera para promover el lavado de manos; casi todas las viviendas en el mundo ya tienen jabón –aunque este generalmente se usa para lavar ropa y platos y para bañarse antes que para lavarse las manos.
5. Los niños pueden ser agentes de cambio
Cuando se trata de compartir buenas prácticas de higiene, los niños –el segmento de la sociedad que suele ser más energético, entusiasta y abierto a nuevas ideas– pueden actuar como agentes de cambio y transmitir las “lecciones de lavado de manos” que aprenden en la escuela a sus hogares y comunidades. La activa participación de los niños –situados idealmente en la intersección formada por el hogar, la escuela, y la comunidad– junto con intervenciones culturalmente sensibles basadas en la comunidad, buscan asegurar el cambio sostenido de conducta. La finalidad del Día Mundial del Lavado de Manos es motivar a los niños para que hagan suyas y compartan las prácticas apropiadas del lavado de manos y hacerlos “embajadores del lavado de manos” en cada una de las iniciativas del país en el nivel nacional y local.